La violencia es un grave
problema social que tiene múltiples causas, que se evidencia en todos los
ámbitos posibles de convivencia humana: en el hogar, en la escuela, en el
trabajo, en la calle, en los espacios públicos y privados. Tiene múltiples
formas y modalidades y todas y todos tenemos la misión de contribuir a no
reproducirla.
Las noticias sobre la masacre ocurrida
el 12 de junio del 2016 en Orlando – Florida- en Estados Unidos, nos recuerda
todo lo descrito en el primer párrafo: Bastó una sola persona armada para
acabar con la vida de tantas personas, en su mayoría jóvenes, llenas de sueños,
plenas de vida, que disfrutaban de una noche de diversión. Mucha gente dice que
no importa si son homosexuales o no, que lo que importa es que son personas y
que ahora están muertas. Opino que sí es necesario poner en la mesa el tema de la
homosexualidad porque fue la homofobia uno de los móviles principales para este
delito[1]. Creo que no solo los movimientos LGTB (Lesbianas, gays,
transexuales y bisexuales ) los que deben abordar el tema sino todos y todas
porque seamos homosexuales o no, debemos respetar el derecho de los demás a
reconocerse como tales.
Debemos auto
responsabilizarnos de como nuestros propios actos abonan a la homofobia, por las veces que hemos llamado “maricón” a
alguien , por las veces que hemos participado de un chiste “de maricones” y nos
hemos sumado a la burla. Cuando he visto el video de Amanda Alvear , una de las víctimas
de la masacre de Orlando, en el que se muestra que ella estaba dentro del club Pulse transmitiendo
por internet cuando el responsable del comenzó
a disparar, he visto el resultado de la
crueldad de la homofobia y eso, puede empezar con la suma de muchas “bromas”
En las escuelas peruanas,
muchos de los casos de violencia escolar o bullying se dan por homofobia. Basta
ver a un chico delicado o a una chica con porte masculino para que sean el
centro de las “burlas”, “bromas”, que en realidad son la expresión de la
homofobia. Allí es donde la labor educativa de las y los docentes debe hacerse
evidente, pero también está el rol educativo de los padres, madres, familiares,
de los medios de comunicación, de las autoridades y en general de todos.
Hay interesantes programas y
proyectos de prevención que se vienen ejecutando en el Perú para prevenir y
abordar la violencia escolar, que incluye el bullying por homofobia, como el proyecto “Escuelas libres de violencia”.
Ejecutado por el Consorcio: FOVIDA, CALANDRIA, ALTERNATIVA Y ACCIÓN Y
DESARROLLO, financiado por el Fondo Ítalo Peruano. El Estado Peruano debería
recoger las lecciones aprendidas de esta experiencia y masificarla para
prevenir la violencia. Desde aquí
nuestra solidaridad con los familiares y amigos de las víctimas de Orlando.
[1] Aun
cuando además, se confirme la participación
del grupo terrorista ISIS.VIDEO DE VÍCTIMA AL INTERIOR DE DISCOTECA PULSE EN ORLANDO